¿Tiene sentido trabajar nuestro pasado en terapia?
Pues, como casi todo, depende. A veces se nos ha dicho que lo que importa es lo que ocurre en el presente y que en eso solamente hay que centrarse. También hemos escuchado que sin comprender nuestro pasado no podremos tener un buen presente. Y probablemente los dos enfoques sean acertados, pero ambos pueden pecar de demasiado simples.
Por una parte, hay experiencias de la vida que nos han marcado tanto y por ello afectan de tal manera a nuestra vida actual, que se hace necesario reconocerlas y comprenderlas, poder verlas desde diferentes ángulos… incluso sacar a la consciencia emociones relacionadas, que pudimos reprimir por dolorosas, e interfieren en nuestras vivencias actuales, no permitiéndonos ser objetivos/as en el ahora. Esto se ve muchas veces en terapia.
El problema sería el riesgo de quedarnos ahí dando vueltas y más vueltas a ese pasado, en lugar de buscar conductas alternativas y más adaptativas, más útiles para nuestra vida actual. En algunas terapias a veces podemos observar que la persona tiene cierta adicción a relacionar todo lo que le ocurre con su pasado y que una parte suya no quiere salir de ahí. En ese caso, habría que poder enfocarse a que se haga responsable de su vida actual y acepte que ya tiene recursos que no tenía en el pasado o puede desarrollarlos con ayuda de su psicoterapeuta.
Así que en la mayoría de terapias habrá un turno para el pasado y otro para el presente, en proporción variable, dependiendo del caso.
CENTRO 1982
SÍGUENOS
CENTRO 1982
SÍGUENOS
copyright: centro de psicología 1982
webdesign: espacio azul
copyright: centro de psicología 1982
webdesign: espacio azul